¡Silencio!
Deja de hablar y escucha mi mirada.
Mis oídos te rehusan
y todo mi ser se concentra en tus pupilas.
Y aquí te amo.
Mis ojos quieren besar los tuyos.
Anda, ¡mírame y calla!
Vitoria,16-11-98. Adolescencia amante de Bécquer.
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